Ayer estaba viendo a una pareja discutir, el, conminaba en voz alta a su novia a no ir a una reunión de amigas, decía que no quería que fuera, ella le pedía una razón, a lo que el solo contestaba: "Porque no quiero y ya, deja de discutir".
Recordaba una reunión en casa de mi amiga, donde estaba toda su familia, entre ellos su sobrino y su novia próximos a casarse, la novia platicaba que ya tenían todo para la boda, incluyendo luna de miel, habían comprado una casa muy linda, hacia planes para más tarde, debían ir a acomodar unos muebles, el novio volteo y dijo en voz baja: "Yo voy a ir a andar en moto con mis amigos", ella volteo y dijo con voz de mando, claro que no! Tenemos cosas que hacer" delante de todas las personas de la mesa.
El solo se levantó y entro a la casa, la novia muy ufana, sonrió y siguió contando todo lo que tenía planeado, toda la familia apenada por el incidente solo la escucho. A la siguiente semana me contó mi Mi amiga que su sobrino cancelo la boda, la novia enloquecida de no poderlo hacer entender que no debía tomar esa decisión, lloro cántaros, pero, era demasiado tarde, creyó que con todo listo para la boda, ya podía pasar por encima de el, pero todavía ni se casaba.
Al cabo de 15 días le pidió que regresara, que sentía que con ese tiempo era suficiente para que reaccionara, hiciera un cambio y que volviera.
En esos 15 días, el se dio cuenta que podía vivir mejor sin ella y decidió que no volvería.
A veces confundimos el compromiso con obligación de que nos tienen que soportar, que tenemos el control de todo y de todos, pero nunca sabemos el límite de los demás, lo mejor es no dar las cosas por hecho, la comunicación es el mejor medio.
