13.7.13

EL SOLISTA


Hoy tuve la oportunidad de platicar con una amiga casual, siempre nos saludamos con gusto, pero en realidad no nos conocemos, pero iniciamos una plática muy larga, que pasó en su vida que pasó en la mía a lo largo de estos 12 años que tenemos de conocernos.

No me dio ninguna receta, no me dijo como arreglar mi vida o consejo alguno, ni yo a ella, solo platicamos y platicamos...por horas.

Las amigas a veces cuando nos escuchan, quieren ayudarnos, o, por el contrario, nosotros queremos ayudarlas y les damos nuestro punto de vista de sus “problemas“, como pueden solucionarlos, ya luego la amiga se anda escondiendo o tu no quieres volver a hablarle porque no hiciste lo que te aconsejó.

Nos agobian los problemas momentáneamente, pero para otros es algo que no pueden tolerar, tan solo escucharlo nos causa una reacción y claro, la solución la tenemos en la punta de la lengua.

La mayoría de las veces hablarlo es la solución, que alguien nos escuche, buscamos a nuestra amiga para eso...solo ser escuchadas, mi amiga me escucho...y siguió su vida y yo la mía.

Aprender a dejar ir las cosas en las que yo no puedo controlar la solución, es algo difícil de hacer, con amigas, hijos y conyugues, es difícil controlar tu propia vida como para creer que podemos con la de los demás.

En la película “The soloist“, con Robert Downey Jr. se plasma poeticamente la disyuntiva de “Ayudar“, se las recomiendo.

7.7.13

TOTAL...A NADIE TENEMOS CONTENTOS...

Ahora, en estos años, mi percepción de las cosas a cambiado de una manera asombrosa, por no decir  una palabra altisonante que quedaría adecuadamente, llegué al punto en que mis estándares de importancia son tan diferentes que hace 10, 15, 20...y que decir de hace 30 años.

Cuando vine a estudiar a Monterrey, de la hermosa ciudad de Reynosa, Tmps., ni siquiera me atrevía a faltar a clases, que pensarían mis papás, irme sola de viaje, no era costumbre en aquellos tiempos, luego empecé “De novia“...menos, él siempre pensando en que diría su papá, así que acepté decisiones por darle gusto a personas que seguramente jamás les interesó mi vida.

¡Que va a pensar mi marido! noooooo, ahi se me fueron años y años, como deseaba ir a que me dieran un masaje, ir al cine, caminar en la plaza, viajar aunque fuera al Cercado, salir a cenar sin planearlo, tomar clases de canto, bailar, ver el atardecer, ir con mi hija de viaje, guardando mis deseos para un segundo plano. Pensaba, después de que crezca la niña, lo hago, luego, cuando vayan a la prepa, cuando bajen los gastos, cuando paguemos la casa, los carros...años y años.

Al final, se pasan los días, los años, la juventud...y ¿Cuando hice lo que quería?

Mi nuera linda, con su extraordinario sentido de la lógica, nos puso un ejemplo muy real, dijo:

Está como la historia del burro, la mujer embarazada y el hombre cargando las maletas...si subiera a la mujer al burro dirían, pobre burro, con lo que pesa la mujer, si subiera las cosas, diría, pobre mujer, embarazada y caminando, que desconsiderado, si subiera las cosas, pero que tonto, como sube las cosas y ellos dos caminando, si se subiera el hombre, pobre mujer y pobre burro...

Ahora, si quiero ver a alguien, le llamo, la veo o lo veo, si quiero hacer algo, solo tomo en cuenta mi presupuesto, si quiero ir a algún lugar, me programo ...

Total, sé que todos están muy ocupados viendo quién se subirá al burro... :)