Entré hoy a mi facebook y la cantidad de mensajes elevados de superación personal, creencias religiosas y consejos para una vida feliz eran impresionantes, nada personal, como los correos que solo le ponen “compartir a todos mis contactos“ y ¡Zas! llenan la bandejas de entrada.
Así que, si se mete un carro a la fuerza frente a mi y me enojo, me siento retrograda y atrapada en “mis miedos“ como nos dijo sabiamente mi ex marido, cuando le reclamamos (después de recibir la denuncia contra mi hija y que quiere que le pague $ 20, 000.00 por mes a su abuela, ¡Quien no tendría miedo!)
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Si tengo dudas, empiezo a sentir que no tengo suficiente fe, si me gustan los programas de detectives, siento que quizás le estoy faltando a alguien, así que me puse a pensar: Ok, date permiso, de ser la persona que eres, con los sentimientos normales del resto de la gente. No creo que las personas que viven en gracia como los sacerdotes, los gurús y otras personalidades, no tengan los altibajos que nos da la vida diaria.
Por lo menos no persigo a la gente porque me pitó cuando se pone el verde y no avanzo en el nano segundo que ellos quisieran, o le recuerdo a su progenitora a los taxistas que arbitrariamente creen que son dueños de las calles, trato de mantener la calma, voy a mis juntas de auto ayuda, atiendo a mis hijos, mi casa, medito lo mas que puedo, trato de ser la mejor persona que puedo.
Voy a disfrutar de algunos de esos mensajes, hasta los de Cindy la Regia, pero con el perdón de todos mis apreciables amigos, voy a ocultar algunos para darle espacio a los que me comparten su vida diaria, me encanta que me tengas al tanto.
