28.8.13

UNA NOCHE...BAJO LA LUZ


Fué una madrugada de octubre que llegué con mamá, durante unos días solo quería dormir, me preparó la recámara contigua a la suya.

Mis hijos volvieron a casa, estábamos todos desubicados sin saber que hacer, pero les dije, “Si quieren vuelvan a casa, porque aquí no tienen como moverse“, pensamos que por el momento sería mejor permanecer como estaban.

Sentía mi futuro incierto, no tenía idea lo que debía hacer, lo que si estaba segura es que no volvería.

Una noche, después de platicar con mamá tomando el aire en su mecedora, junto con una taza de té, me fuí a la cama, como a las 5 de la mañana me susurra en el oido, “¡Hijita, hijita, despierta mira ven!“ la sigo adormilada hasta la ventana, una estrella alumbraba la noche, el reflejo de la luz iluminaba su cara, sonriendo me dice “¡Mira, el lucero de la mañana!“ mientras pasaba su brazo por mi espalda.

Es el momento más hermoso del que tengo memoria, lo repaso cada vez que la extraño.