7.4.13

SIN INSTRUCTIVO...


Quizas muchos de nosotros solo queríamos casarnos y vivir juntos, solo queríamos dejar de pedir permiso,  no respetar horarios o dejar de dormir solos...

En el trayecto de la aventura, resulta que, viene un hijo, nos toma por sorpresa y reaccionamos por imitación, siguiendo la vida sin detenernos, ya no podemos, solo hay que seguir y seguir.

No solo uno...ahora resulta que tres, no podemos faltar al trabajo porque los gastos siguen, las vacaciones se tienen que repartir, la ropa, los juegos...las prioridades.

Pero al mismo tiempo que llegan las obligaciones, algo en nosotros cambió, ya no soy primero, ya no voy solo yo, ya no pienso solo en mi, porque...¿Y mis niños?

Podría dejar de comer por él, podría dejar de dormir por él, podría pelear por él...¡Pero no puedo vivir sin él!

¿Como pasa? ¿En qué momento me convertí en mamá?

¿En qué parte del cerebro viene el instructivo?

Pero cuando veo sus ojos...sé que está triste, desde que viene caminando sé que algo lo hizo feliz, sé con que se le quita la fiebre, sé que comió cuando le duele el estómago, sé que palabras necesita para no tener miedo.

Nadie me enseñó, solo lo sé...

No somos los mejores padres quizás, pero de que los quiero ...¡Los quiero!