Me encantó una historia que acabo de escuchar. Había dos hermanos que tenían sus tierras juntas, entre sus dos grandes haciendas cruzaba un río, los hermanos habían hecho todo juntos a lo largo de su vida, habían mantenido una buena relación, hasta que un día, se enojaron, de tal manera que dejaron de dirigirse la palabra.
El hermano mayor un día caminaba por su tierra, cuando se acerca un hombre y le pide trabajo, le explicó que él era un buen carpintero, que podía hacer todo tipo de trabajos. El hermano le ofrece un trabajo, le dice: -“Quiero que me hagas una barda entre las dos fincas, una cerca alta, porque no quiero volver a ver a mi hermano“, el forastero acepta el trabajo.
Al día siguiente, el hermano mayor va hacia el rio, ve al carpintero juntar sus herramientas, le pregunta -“Pero como, ¿Ya terminó? a lo que asiente, le cuenta que después de tan larga jornada, el trabajo estaba hecho. Voltea hacía donde colindaban sus tierras y un puente, firmemente construído unía las dos propiedades. Voltea hacia él y gritando le exige que lo derrumbe, “¿Es que usted no entendió? ¡Pedí una barda, no un puente! Grita furioso.
El carpintero termina con sus herramientas y se preparaba para irse cuando el hermano mayor le pide que no se vaya, que tiene muchos otros planes para él, ahí no se le acabaría el trabajo.
El Forastero contestó: “Muchas gracias, pero tengo muchos otros puentes que construír “
