He tratado por todos los medios de dejar el pasado atrás, de no recordarlo, de dejar de vivir en él, porque duele.
Escuchando a Deepak Chopra, un guía espiritual holístico, dice que debemos vivir en el hoy, el momento, ni en el pasado, ni pensando tanto en el futuro.
Empecé a hacer consciente cuantas veces pienso en el pasado, cuanto tiempo le invierto cada vez que el recuerdo llega a mi cabeza, ¡Es muuuuuuchoooooo! estoy sorprendida de como me llega el recuerdo, como me engancho en el suceso, llega el rencor a mi mente, llena mi corazón de resentimiento.
Como sigo inmersa en un proceso de divorcio, tengo que volver a las memorias obligada por el hombre que no se decide a soltarse de mis faldas, así que, todavía mas difícil.
Anoche me preguntaba, ¿Porque sigo enojada? ¿Porqué sigo enfureciéndome cada vez que recuerdo una de esas “memorias ingratas“?
Y después de meditar por la noche, me llegó una respuesta: “Ni modo“ a mi me tocó, justo o no justo lo que viví, todo lo que hice por la confianza que le tuve a esa persona con la que creí viviría el resto de mi vida, pasó, es verdad, ni modo, no se puede hacer nada con el pasado, me tocó vivir eso a mí, que se le va a hacer.
Como que sentí un alivio, y claro, quiero ser benevolente conmigo misma, si hice mi pasado por 24 años de vivencias, no las borraré en casi 3 años, es como el ejercicio, hay que practicar diariamente para que se haga un hábito.
Esas memorias ingratas están ahí, así que cada vez que mi mente vuelva a ese pasado, tengo que regresarla a mi hoy, que será la historia de mañana, hoy vivo en paz, hoy soy amada, hoy amo sin medida, con todos los que me rodean.