ANECDOTA DE JUDAS...UN ANGEL QUE DEJO LAS ALAS CON MAMA

Antes de compartirles esta anécdota, quisiera platicarles de quien hablo: Judás, pasó por un proceso de cáncer a sus 20 años, sus vivencias, sus memorables momentos, los comparte su madre en una maravillosa crónica que quisiera que disfruten...¡Gracias Rosa Velia!

¡NOS VA A LLEVAR LA CHINGADA!!!!!!!

Era el mes de diciembre y los médicos habían programado la quimioterapia justo en los días de las festividades... la última sesión terminaría el 29 de diciembre. Por este motivo Judás no quiso trasladarse a Monterrey, ya que deseaba pasar la Navidad en familia y al lado de su novia.

Recibiría el tratamiento en el Hospital Oncológico de esta Capital, Cd. Victoria, Tmps., donde brindan atención en su mayoría, a personas de muy escasos recursos. Le expliqué que en este Centro, no tendría una habitación propia y que se olvidara de los lujos del Hospital Muguerza. Su respuesta fue: -“No te preocupes Rosa estaré entre amigos“.

Hablamos con el Dr. Arturo Vázquez, finísima persona, quién nos brindó todo su apoyo. Los escasos días que Judás asistió a este Hospital se ganó el cariño y el aprecio de todo el personal.

Llegábamos por las mañanas y a modo de saludo decía: -!Chicas llegó Brad Pitt!

Las pacientes eran mujeres con cáncer de cervix o de mama. Justo en los días de Navidad, Judás compartió el pan y la sal con todos ellos, en un gesto que me hablaba de su gran corazón.

Deploraba la injusticia y las desigualdades sociales. A diario me hacía que le comprara gorditas y tacos para las señoras que como él, recibían quimioterapia quienes en su mayoría, no llevaban ni para una taza de café.

Una mañana me pidió tortas de huevo con chorizo.

Al llegar con el paquete le ofreció una torta a cada una de ellas y una paciente de edad avanzada, le dijo: “¡Gracias joven, NO!" Como Judás la había estado observando sabia que tenia hambre e insistió: -¿Segura Señora? Es de huevito con chorizo y una "camita de frijoles"

Se le hizo agua la boca a la Señora pero aún así exclamó: -“No puedo comer chorizo Joven, me lo prohibió el doctor ¡Porque me dá gastritis!

Judás se carcajeó tan fuerte, que la Sra. por inercia se rió también.... y asintió-“Pero señora

¡¡¡¡Tenemos Cáncer!!!!!!!“

“!Cómase la Torta, como quiera nos va a llevar la Chingada!!!!“

La Señora sin dejar de verlo ni de reírse, tomó la torta y se la devoró ..Todos en el área (unas 6 pacientes y las enfermeras) se rieron también. Yo me quedé perpleja... cómo se atrevía a decirle eso...

Al salir lo regañé muy duro, porque la mayoría de las personas NO quieren pensar en la muerte. Y él con esa filosofía de la vida, tan profunda que siempre mantuvo me dijo:

-"Mira Rosa al que deberías regañar es al Doctor.... decirle eso a la pobre Señora. A ésta gente le quitas el chile y la tortilla y la dejas sin comer!!!!!

Además, viste con que gusto saboreó la torta???

Me quedé callada y avergonzada, una vez más mi hijo tenía razón.

Judás subió al cielo después de una larga batalla, llena de esperanza, ilusión, fuerza y amor...una hermosa tarde de enero.